Se extendió el tiempo
mientras sostiene los pétalos
algo opacos por el silencio,
combina el riesgo a tu caminar,
con cautela...
vuélvete a mis letras,
sonríe...
Pronto viene el mañana
destruyendo la seguridad hurtada,
paro un continente vacío
virgen...
Habita conmigo un sueño,
regalale el blanco
a esta paz enrojecida,
tengo hambre.
Brota el cerebro por mi rariz
por cumplirle a las lineas anemicas,
pálidas...
No lo llamare llanto,
ni lamento,
quizás un suspiro lejano,
muy lejano...
Roelbani.