jueves, 30 de julio de 2009

Doble Cortina.


Una caricia del silencio
mientras mi espalda
regala un beso,
su sombra danzante
desnudo la cama,
dividida,
rayada…
comencé el día
con un pensamiento prófugo
como sueño de leon dormido
en su suelo,
en su árbol,
uñas deformes
rasgan al pentágono
moribundo,
nadie me observa
en la oscuridad
de mi cuarto,
despego el brazo
de la almohada…
el silencio se fue.
se sirvió la sangre
para su deleite,
vuelan desesperados
a mi alrededor,
encontrando una voluntad
dormida,
entregada al
paso del tiempo,
ahora inexistente
entre cuatro soles
y mi lápiz…

ROELBANI.