jueves, 2 de junio de 2011

Una Carta Sin Nombre


Veo sonreír la muerte
que me distrae,
emito sonidos mientras
salto en un sueño
que admiran tus ojos
ajenos al sentir proclamado
en cada palpito cobarde,
fugaz,
viril...
continúan surgiendo de las presiones
voces ahogadas de discordia,
no hay salida.
Las hadas no quieren volar conmigo,
perdí la batalla...
entre armaduras y lanzas
sostengo el aliento
de un grito gris,
aquel que escribo a tus ojos tenues,
aquel que escribo...
Las lineas no quieren extenderse,
la voz congela el vacío...
Déjame besar la paz,
morder su labio inferior,
disfrutar su aroma,
antes de entregarla
a la fe extinta
que sostiene al mundo.

ROELBANI.